La Fuente del Magueyito, ubicada en el barrio de Juy Juy en Tuxtla Gutiérrez, es una obra que destaca no solo por su valor histórico, sino también por la relevancia de su diseñador, el arquitecto Francisco D’Amico Giovannucci. Este arquitecto italiano fue una figura importante en el desarrollo arquitectónico de la ciudad, contribuyendo a diversas obras durante el siglo XX, que dieron forma al paisaje urbano de la capital chiapaneca.
Inaugurada en 1944 bajo el mandato del gobernador Rafael Pascacio Gamboa, la fuente fue concebida como parte de un proyecto para mejorar el suministro de agua potable en la ciudad, especialmente en barrios periféricos. D’Amico no solo diseñó una fuente funcional, sino que logró fusionar elementos estéticos que la convirtieron en un emblema de Tuxtla Gutiérrez. Los relieves en el monumento, que incluyen haces de azucenas y el característico brocal de maguey, son un testimonio de su habilidad para integrar la naturaleza local en sus diseños.
El miércoles 15 de septiembre de 1943, el gobernador Rafael Pascacio Gamboa inauguró el puente de dos arcos denominado Eutimio Yáñez, en el paso de Juy-Juy del río Sabinal (Juy-Juy en lengua zoque significa ‘árboles de totoposte’, de 25 a 30 metros de alto), en la hoy 12 calle Poniente Norte, para comunicar el barrio de Juy-Juy con la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, pues este barrio estaba ubicado en las afueras de la ciudad, en el norte poniente; es decir, el antiguo barrio de Juy-Juy comprendía las actuales calles de la 5ª a la 9ª avenida Norte Poniente y de la 12 a la 15 calle Poniente Norte. La mayoría de la población era de origen zoque. Texto: Mtro: José Luis Castro A
El hecho de que la Fuente del Magueyito sea considerada patrimonio cultural se debe a su impacto en la historia y la identidad colectiva de la ciudad. Esta estructura es un recordatorio de los tiempos en los que las fuentes públicas no solo abastecían de agua, sino que también eran espacios de reunión comunitaria. Además, su proximidad al río Sabinal, otro ícono natural de la ciudad, refuerza su conexión con el entorno y su relevancia para las generaciones pasadas y presentes.
Con más de ocho décadas de existencia, la fuente ha sobrevivido a los procesos de modernización y sigue siendo un símbolo importante de pertenencia y tradición para los tuxtlecos. La conservación de este tipo de monumentos es esencial para preservar la historia local, y el trabajo de arquitectos como D’Amico debe ser valorado por su contribución a la construcción del paisaje cultural de la ciudad.
¿Quién fue Francisco D'Amico Giovannucci?
Fue un arquitecto y escultor italiano que dejó una huella significativa en Chiapas, especialmente en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez. Nacido en 1878, D'Amico llegó a México durante la primera mitad del siglo XX, vinculado a los proyectos del equipo de Adamo Boari, quien desarrolló emblemáticas obras durante el Porfiriato. Tras la Revolución Mexicana, se asentó en Chiapas, donde realizó importantes contribuciones arquitectónicas, en particular durante los gobiernos de Efraín Gutiérrez y Rafael Pascacio Gamboa.
D'Amico es reconocido por haber diseñado la antigua Presidencia Municipal de Tuxtla Gutiérrez, actualmente el Museo de la Ciudad, que fue inaugurada en 1942. Este edificio es un ejemplo del estilo ecléctico neocolonial, que fusiona elementos de la arquitectura colonial española con tendencias modernas de la época. El edificio cuenta con un balcón coronado por el escudo de armas de Chiapas y es un importante testigo del crecimiento urbano y cultural de la capital chiapaneca.
Su trabajo no solo es fundamental para el desarrollo arquitectónico de Tuxtla Gutiérrez, sino que también representa un legado cultural. El Museo de la Ciudad es hoy un referente de la historia local, albergando exposiciones que muestran la vida y obra de figuras clave en la historia de Chiapas, como Emilio Rabasa y Joaquín Miguel Gutiérrez. Este tipo de edificaciones, con su diseño y valor histórico, son parte del patrimonio cultural de Chiapas, reflejando tanto la historia arquitectónica como la evolución política y social del estado.
Comments